Malos tiempos para la lírica.
El azul del mar inunda mis ojos,
el aroma de las flores me envuelve,
contra las rocas se estrellan mis enojos
y así toda esperanza me devuelve.
Malos tiempos para la lírica.Las ratas corren por la penumbra del callejón,
tu madre baja con el cesto y saluda,
seguro que ha acabado tu jersey de cotton
…puedes esbozar una sonrisa blanca y pura.
Malos tiempos para la lírica.Seguro que algún día cansado y aburrido
encontrarás a alguien de buen parecer,
trabajo de banquero bien retribuído
y tu madre con anteojos volverá a tejer.
Malos tiempos para la lírica.Golpes Bajos
Nuevos Medios edita en 1983 un mini-elepe bajo el titulo de Golpes Bajos, que se correspondía con el nombre del grupo, y que contenia cinco temas («No mires a los ojos de la gente», «Malos tiempos para la lírica», «Lágrimas», «Estoy enfermo» y «Tendré que salir algún día»), y que constituye uno de los mejores discos del pop español. Golpes Bajos lo integraban Teo Cardalda y German Coppini (que en aquel momento era cantante de Siniestro Total), y al que luego se unen, con menor protagonismo que los anteriores, Pablo Novoa y Luis Garcia.
Golpes Bajos junto a Siniestro Total, fueron los grupos referentes de la llamada «movida viguesa», de la que tambien formaron parte grupos como Aerolineas Federales o Semen Up de Alberto Comesaña, y Os Resentidos de Antón Reixa.
El movimiento cultural llamado «movida viguesa», desarrollada en míticos locales como El Manco de Lepanto, el Ruralex o el Krenlim, surge como reacción cultural ante una situación social asfixiante para la ciudad, en plena reconversión del sector naval, y con altas tasas de paro. El final de la Transición, y por lo tanto de la larga lucha politica sostenida hasta ese momento, dio paso a una juventud con menor carga ideologica que buscaba en la musica una nueva forma de vivir.
El titulo de esta canción, y toda la música de Golpes Bajos, me ha acompañado durante años, y siempre con una mezcla de resignación y transito. Unimos la música, como tantas otras cosas, a los momentos personales que vivimos, a la primera sensación que nos trasmite, y a mí siempre me traslado una sensación de resignación, que tan bien se recoge en el titulo de esta canción.
Traslado estos «malos tiempos para la lírica» a la situación actual, y prefiero cerrar los ojos y no sentir, para no padecer por la actual situación económica, por los efectos que produce en tantas familias. Me veo a medio camino de los cincuenta, y me horroriza leer las entrevistas a esas personas que pierden su trabajo y que con cincuenta años han finalizado su vida laboral. Me identifico totalmente con la situación de desesperación que viven quienes cada mañana tienen que salir a buscar trabajo, y vuelven en la misma situación en que han salido. Con esas personas con titulación y esfuerzo, con aquellas otras que han acumulado esfuerzo durante años, y que ahora sienten la frustación que produce la imposibilidad de no aportar ingresos al nucleo familiar, el mover la cabeza y observar años por delante sin un camino claro.
Me deprime tanto dolor, el de unos jovenes brasileños detenidos por un pequeño robo y que me contaban las dificultades para encontrar un trabajo y poder llevar comida a sus hijos, o el de un señor mayor incapaz de asumir el cierre de su empresa, donde año tras año dejo su sudor.
Y más que todo eso, me asombra y me frusta la incapacidad de quienes nos gobiernan y hacen leyes para encontrar la solución que nos permita crear empleo. Como se puede actuar por meros criterios electorales, por lo que dicen las encuestas, por la mera ideología. Ver para creer, y también para asistir incrédulo a todos los que siguen impávidos ante los que esta sucediendo.